miércoles, 30 de julio de 2008

Descubriendo La Recuperación


Hace algunos años, sentí la necesidad de realizar un cuarto paso sin que éste fuese especialmente doloroso, según la experiencia que me habían dejado dos anteriores. Había aprendido algo; que en el mundo muchas personas y no sólo los familiares de los alcohólicos somos criaturas medrosas e inseguras carentes de amor. Y si careces de amor se hace un hueco donde anida la vergüenza y el odio a ti mismo.
¿De qué manera se restituye ese daño? ¿Cómo los pasos del programa de Al-Anon pueden ayudarte a ser libre de esta vergüenza y rencor?
Mi distorsionada interpretación del Programa de AL-ANON no me invitaba a recibir el amor que me podía sanar, en particular, a través de los pasos cuarto hasta el séptimo. Contrariamente, mientras más lo intentaba menos me quería.Hasta que, en una Asamblea de Área me dediqué a preguntar entre compañeros RGs y los otros asistentes Al-Anon si alguno había elaborado su cuarto paso y si quería compartirlo en mi grupo. Encontré a alguien que había hecho dos y estaba en proceso de un tercero. Me entusiasmé; ese compañero compartió algo revelador y significativo: "NINGUNA DE NUESTRAS ACCIONES, POR MÁS EQUIVICADA Y TERRIBLE QUE LA JUZGUEMOS DEBIESE AVERGONZARNOS AL GRADO DE SENTIRNOS NO MERECEDORES DE EL AMOR Y EL PERDÓN".
Desde entonces he hecho de mi recuperación una alabanza a esta declaración que aparece constantemente y de diversas formas en nuestra literatura, en nuestras reuniones y en nuestros servicios.
Estoy en AL-ANON para sanar mis heridas, las mismas que enfermaron mis emociones y pensamientos y me impiden amarme a mi misma y a los demás. Una gratitud única me invade al recordar este momento de luz en que el sencillo y profundo compartimiento de un compañero me invitó a vivir amorosamente el programa de AL-ANON y dejar de castigarme con él, pues esta era la forma en que la enfermedad del alcoholismo, mi cultura y mi religión me habían enseñado a sobrevivir.
Gracias al anonimato que me permite comprender que el amor y la guía que necesito proviene de cualquier voz, rostro o situación ante la que esté receptiva.
ANÓNIMA