sábado, 9 de agosto de 2008

PREMIO ESPIRITUAL


Vivir en un hogar alcohólico y escuchar palabras como: “eres un inútil”, “no sabes hacer nada”, “no sirves para nada”, se convirtió en una costumbre para mí y mi conciencia. Cuando llegó la oportunidad de desenvolverme como estudiante, siempre inventaba excusas para no poder exponer algún tema que me daban los profesores por que en mi inconciente estaba inscrito que “yo no servía para nada” además del temor que me daba hablar por que pensaba que al dar mi opinión me iba peor (¿conocen mi casa?). Éstas fueron mis características como hijo de un alcohólico (y muchas más), y cuando empezaron a repercutir en mis calificaciones y en mi vida diaria, llegó lo que muchos hijos conocemos: la reprimenda de los padres (cuando buscan a los abuelos, a los vecinos y hasta al sacerdote del pueblo para que te regañe y nos despoje del demonio que está en nuestra alma haciendo circo maroma y teatro por resolver la situación). Cuando pasa esto te dicen: “que te hace falta hijo, si te hemos dado todo”; creo que si tuviera el valor que tengo hoy por el programa les diría: “el problema fue desde la infancia, no es hoy y las heridas causadas nunca desaparecen (a menos que le echemos ganas al programa)”.
Y entonces me doy cuenta de porqué nunca me atrevía a servir fuera de mi grupo: por que mi conciencia me decía que yo no servía para nada; me cohibía diciendo: “es que soy nuevo” (¿nuevo? Teniendo 7 años en el programa), “es que no sé cómo hacerle” (pero que tal criticaba el servicio de los compañeros), “es que es un servicio que exige mucho”. Ahora sé que para eso iba al grupo, para aprender una nueva forma de vivir y eso exige responsabilidad.
Tuve la oportunidad de apadrinarme con una Al-anon madrina de un grupo Alateen (donde yo inicié) y me dijo sabiamente: “nunca pienses mucho lo que el poder superior te quiere dar, es un llamado de él, él te quiere ahí”. Hoy le doy gracias a esa mujer sabia que con su mensaje tan culto hizo que llegara a servir a nivel área como Coordinador de Información Pública. Hoy me puedo dar cuenta que el servicio exige responsabilidad de la buena, pero no temo por que es lo que necesito para recuperarme; exige que practique y lea el programa constantemente, lo cual agradezco para no ser un servidor que se olvide de sus problemas. Hoy sé que los problemas estarán ahí a pesar de olvidarme de ellos por el momento o escudarme diciendo que estoy sirviendo; el servicio es parte importante de la recuperación pero si no leo y no practico mi programa simplemente no funcionará.
Información Pública: éste servicio es muy emocionante y me gustaba desde que llegué al programa; estudié mucho nuestras guías antes de atreverme a decir sí dado que es un servicio que si lo haces bien salvas muchas vidas pero si se cometen errores se destruyen muchas familias también, fue por eso que mejor decidí estudiar antes de hacerlo, pero cuando me atreví fue tan sencillo que cuando te invitan a pasar el mensaje del programa y en ese mismo instante aparece alguien que necesita de Al-Anon y practicas la declaración de la responsabilidad y posteriormente lo encuentras en un evento de cualquier grupo y que se haya quedado en el programa sabiendo que el poder superior se manifestó a través de ti para que esa persona se quedará en algún grupo, eso es un PREMIO ESPIRITUAL que no encuentras en ningún otro lado mas que sirviendo.
Aprovechemos la oportunidad que el poder superior nos da al servir, verás que nunca te arrepentirás como yo nunca me arrepentiré de lo que hice.
Hoy es un día agradable para que puedas pasar el mensaje a alguien afligido y agobiado por el alcoholismo, y recuerda siempre: Dios contigo quién contra ti.

“En el servicio aprendí que no puedo ser todo en todo momento y que debo aprender a obtener un equilibrio en mi vida y mi servicio”

Daniel T.